Hace ya dos años que estamos inmersos, con pocas diferencias geográficas, climáticas y raciales, en una crisis sanitaria global debida a la pandemia por SARS-COV 2 que, con millones de afectados de mayor o menor gravedad a nivel mundial, se ha cobrado más de 2 millones de vidas humanas.
Recuperados del shock inicial e inmersos en la enésima ola, de la que afortunadamente parece que vamos saliendo, empezamos a hablar de una entidad que se ha denominado COVID persistente. Desde verano de 2020 han ido apareciendo publicaciones de series de casos de pacientes que, independientemente de la gravedad inicial de la enfermedad aguda, presentan síntomas que persisten durante meses y que les impiden volver a sus actividades diarias habituales. Aunque a día de hoy no se ha consensuado una definición del síndrome de la covid persistente, ni quedan tampoco claramente establecidos los factores que pueden contribuir a su aparición, lo que se ha constatado es que algunos pacientes manifiestan fatiga, insomnio, dificultad respiratoria, debilidad, anosmia o alteración del gusto, síntomas que alargan la convalecencia e impiden la vuelta a la normalidad de los que los sufren.
Es probable que esta dificultad en la recuperación tenga que ver con trastornos funcionales previos no diagnosticados/tratados (síndrome metabólico, angustias, sobrepeso u obesidad, depresión, inflamación sistémica, debilidad del sistema inmune, alergias…), con la reacción orgánica excesiva o defectiva a la infección vírica y con una dificultad parar eliminar toxinas en general.
En cualquiera de estos casos la solución pasa por fortalecer el sistema inmunitario, ayudar al organismo a eliminar toxinas favoreciendo los mecanismos de excreción, restablecer las funciones hepática, renal, digestiva e inmunitaria óptimas, y no olvidar que el equilibrio del estado psicoemocional alterado en relación no solo a la enfermedad sino también al contexto social, económico y de confinamiento es un factor esencial a tener en cuenta.
TRABAJO PSICOLÓGICO:
La situación de Pandemia nos ha cogido de sorpresa a todos, la mayoría la hemos vivido como una situación amenazante y de peligro. Cada uno lo ha procesado a su manera y también según las circunstancias. Nos ha afectado a todos, pero a unos de manera más traumática que a otros: nos hemos enfermado, hemos perdido familiares o amigos, hemos perdido el trabajo, la seguridad económica, nos hemos sentido privados de nuestras libertades, etc…
Los niños y adolescentes también lo han vivido de manera particular, unos con más dificultades otros con menos.
En los casos en los que nos hemos sentido desbordados, nuestra mente también, y hemos caído en depresión o ansiedad. Es posible que en otros casos, nuestro cuerpo lo haya expresado en forma de dolores musculares, problemas digestivos, problemas de sueño, dolores crónicos, etc…
Sea cual sea el síntoma, el trabajo terapéutico consiste en dar un espacio para poder procesar y digerir las experiencias vividas, ofreciendo herramientas para conectar con la fortaleza de uno mismo y así poder reconstruirse, desde una base segura, y no de peligro.
TRABAJO NEURO-KINESIOLÓGICO:
La Kinesiología es un sistema de testaje neuro muscular para determinar los desequilibrios y sus causas prioritarias y así seleccionar las correcciones que lo libere, de esta forma se restablece el equilibrio logrando que el cuerpo vuelva al homeostasis natural.
Testeamos al cuerpo sin pasar por la mente y así detectamos los que haya provocado el trauma físico, psico-emocional, o químico que le causan malestar y le impiden desarrollarse en el medio con todas sus capacidades naturales.
“Encuentra el origen del problema, trátalo y deja que el organismo actué”
Posibilidades en el trabajo Kinesiológico:
- Ajustar columna vertebral, cráneo, ATM, etc.
- Detectar intolerancias alimenticias, tóxicos, metales pesados.
- Corregir el campo electromagnético
- Liberar articulaciones
- Equilibrar chakras
- Encontrar suplementación adecuada, Flores de Bach
- Disminuir nivel de estrés
- Corregir el funcionamiento de tus órganos, vísceras, válvulas
- Tratar cicatrices
- Encontrar conexiones entre órganos, emociones y lesiones
Por último, se propone a la persona para continuar con el proceso, unas series de ejercicios dependiendo sus capacidades psico-motoras y sus necesidades, y así crear “sus” Prácticas Neuro corporales.
Si habéis pasado COVID19 y no habéis tenido una recuperación completa, queréis llevar las riendas de vuestra salud con una implicación en positivo hacia su mejora, y lo queréis hacer favoreciendo los mecanismos de regeneración y autocuración propios del organismo, Tot Teràpia es vuestro centro de referencia.