Cuando nuestro cuerpo es sometido a falta de luz, ya sea solar o eléctrica, nuestro cuerpo segrega más niveles de melatonina.
Con la llegada del otoño, muchas personas suelen notar un cambio en su estado de ánimo. Esto suele pasar por el cambio de luz que experimentamos respecto a los días de verano. Los más pequeños no son conscientes de este cambio, pero los afecta directamente a su ritmo diario. ¿Qué ocurre? Por qué decaen los ánimos? Pues bien, nos encontramos ante un fenómeno totalmente natural.
Cuando nuestro cuerpo es sometido a falta de luz, ya sea solar o eléctrica, nuestro cuerpo segrega más niveles de melatonina, que es la hormona encargada de regular los patrones de luz y oscuridad. De hecho, en los casos de insomnio tanto infantil como adulto, una de las medidas más efectivas para inducir, de forma natural, el sueño antes de irse a la cama es crear ambientes con poca luz.
Desconectar televisores, móviles y luces con mucha intensidad. Esto hará que segregamos más niveles de melatonina en nuestro organismo y así, nuestro sueño y el de los pequeños, será más reparador. Probablemente, si nos dormimos con alguna luz, al día siguiente nos sentiremos más cansados y el sueño no habrá sido tan profundo.
De esta manera, el cansancio, el no dormir bien, la falta de luz durante el día, el pasar más horas dentro de espacios cerrados y no abiertos, puede generar en nosotros un estado de ánimo más bajo de lo normal. Pero, como se suele manifestar esto en los niños y adolescentes? En general, pueden mostrarse más irritables e inquietos, se aprecia cierta inestabilidad asociada a cambios de humor y más por las mañanas. Además, todo les cuesta más. Los esfuerzos para concentrarse y prestar atención a las cosas, son más extremos y complicados de alcanzar. Que no cunda el pánico, como los podemos ayudar, nosotros? Es muy importante respetar las horas de luz del día, disfrutar en la medida de lo posible de ellas y salir al aire libre para una mayor luz solar, generada de forma natural. Para que se puedan relajar o acostarse, rebajar la intensidad de todos estos estímulos será muy importante. Asimismo, si lo que necesitan es sentirse más activos, para estar más concentrados y poder poner más atención y esfuerzo en las tareas, tendremos que revisar cuáles son los niveles de luz en el ambiente y tratar de modificarlos en la nuestra conveniencia. Es un tópico y una realidad que la luz nos da energía y vida.