Ya empieza el colegio: preparar mochila, comprar bata, dormir temprano, coger el ritmo…
Otra etapa y otro año escolar. Por suerte oscurece antes, eso nos ayuda a que nuestros hijos acepten ir a dormir un poco más temprano.
Lo importante es que todos los niños, hagan lo que hagan, se sientan contentos, relajados y cómodos, que duerman y se alimenten bien, y que vayan contentos al colegio. Esto puede parecer lógico, porque es de sentido común que un niño triste, con ansiedad o con mucha preocupación difícilmente puede concentrarse en las clases.
Pero debemos tener en cuenta que no hace falta que el nivel de estrés o las distracciones tengan que ser graves para que esto ocurra, ya que una mínima molestia puede impedir al niño el poder concentrarse.
Como sólo podemos almacenar una cantidad limitada de información a la vez, existe en el cerebro una red de conexiones cerebrales que funcionan como un filtro para decidir que información se almacena y cual información no. En un estudio científico se demostró que si los niños se sienten agobiados o estresados por algo mínimo se puede bloquear la información y no llegará a las áreas del cerebro que son importantes para el aprendizaje y la memoria.
En otras palabras: cuando hay estrés se activan estos filtros para frenar el flujo de información a otras áreas. Cuando no hay estrés la información puede traspasar ese filtro, llegando a las áreas de aprendizaje en el cerebro.
Por ello, además de procurar que nuestros hijos descansen bien y se alimenten correctamente para poder sentirse cómodos en el colegio, también es importante darnos el tiempo para preguntar e informar a los profesores sobre el estado de ánimo del niño.
Es importante también procurar que lleven ropa cómoda, ya que hay muchos niños que son sensibles a ciertos tejidos o a las etiquetas de la ropa. Para estos niños debemos escoger ropa de tejidos suaves y sin etiquetas. Esto puede bajar la sensación de molestias y causar menos estrés.
Tot Teràpia os desea a todos un feliz año escolar!