El frenillo lingual es un pequeño pliegue de membrana mucosa que se encuentra situado debajo de la lengua. Su función consiste en conectar la lengua con el suelo de la boca. Cuando este pliegue es más corto de lo habitual, hablamos de Anquiloglosia o frenillo lingual corto. Los cuatro tipos más habituales son:
La inserción del frenillo se produce justo en la punta de la lengua.
Cuando el bebe llora, la lengua parece bífida, mostrando forma de corazón.
La inserción del frenillo se produce un poco más atrás de la punta de la lengua.
Cuando el bebé llora, la punta de la lengua desciende hacia abajo. No acostumbra a ser bífida.
Es una combinación entre los tipos II y IV. Puede resultar difícil de observar porque la lengua suele presentar un aspecto normal. Aún así, el bebé no puede elevar la punta de la lengua hacia el paladar con la boca totalmente abierta.
El frenillo lingual no se aprecia a primera vista. La lengua del bebé está muy anclada al suelo de la boca y puede presentar un aspecto compacto. El movimiento de la lengua suele ser asimétrico.
La mayoría de los recién nacidos presentan un frenillo lingual corto que se va perfeccionando con el paso del tiempo, a medida que la lengua se mueve eficazmente por la cavidad oral. Al nacer, todos los bebés tienen el paladar un poco alto y estrecho. La lengua, es la encargada de favorecer el correcto desarrollo del paladar, ayudándolo a descender hasta llegar a una posición óptima.
Cuando un niño presenta Anquiloglosia o frenillo lingual corto, puede presentar dificultades y/o ciertos impedimentos para realizar movimientos linguales. La lengua no está liberada, no tiene la suficiente capacidad de elevación y, por ello, no puede colaborar en el correcto desarrollo del paladar del bebé.
La Anquiloglosia puede provocar alteraciones en la succión, en la alimentación, en la respiración y en la articulación.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la lactancia materna es la primera comida natural para los lactantes. Es la forma ideal de aportar a los niños más pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y un desarrollo saludables.
Durante la lactancia materna, el bebé debe tener activado, entre otros, el reflejo de succión, en donde, debe abarcar la areola con los labios, apretarla entre la lengua y el paladar y coordinar los movimientos rítmicos de succión, de respiración y de deglución.
La movilidad de la lengua es de vital importancia durante este periodo. Cuando un niño presenta Anquiloglosia, no tiene la suficiente movilidad y autonomía lingual, lo que puede impedir y/o restringir los movimientos básicos de la lactancia (extensión, elevación, lateralización y peristaltismo). Además, puede dificultar o imposibilitar un buen agarre del niño al pecho de la madre, lo que puede provocar que:
• El niño reciba una cantidad de leche insuficiente para su correcto desarrollo (no aumenta de peso).
• La glándula mamaria actúe de forma compensatoria. Delante de un bebé que agarra el pecho de manera ineficaz, puede reaccionar fabricando mucha leche y dando lugar a una producción excesiva de ésta (Hipergalactia).
Debemos poner una alerta si el niño no crece como debería, no aumenta de peso correctamente y/o su madre siente dolor durante esta etapa. En este caso, quizás seria necesario realizar una intervención quirúrgica.
Aún así, es posible que un recién nacido que presenta un frenillo lingual corto, no tenga problemas durante la lactancia, gracias a la capacidad de adaptación del pecho materno y a la propia fisiología de la glándula mamaria.
Seria recomendable en todos los casos realizar un seguimiento para prevenir dificultades en otras áreas del desarrollo.
Agarre adecuado / Agarre inadecuado (típico Anquiloglosia)
La deglución puede ser definida como una acción motora automática compleja mediante la cuál se transporta el bolo alimentario desde la cavidad oral hacía el estómago. Para que la deglución se considere funcional, la lengua se debe situar en las arrugas palatinas justo en el momento de la ingestión (entre otros factores).
Cuando un niño presenta un frenillo lingual corto, la lengua no alcanza las arrugas palatinas. Esto puede provocar una deglución atípica o disfuncional, caracterizada principalmente por un uso inadecuado de la lengua durante la deglución. Esta se posiciona entre los incisivos o contra ellos, realizando cierta presión contra los dientes y dando como consecuencia la aparición de malformaciones dentarias y maxilares.
Deglución correcta / Deglución disfuncional (típica Anquiloglosia)
La mal oclusión dental es otro problema derivado de la Anquiloglosia y se manifiesta cuando empiezan a salir los dientes; pueden nacer desplazados o apiñarse los unos con los otros, lo que unido a la deformación del paladar puede requerir costosas intervenciones odontológicas.
Tal y como se ha indicado anteriormente, la Anquiloglosia provoca que el paladar permanezca más elevado. Este hecho invita a las coanas (aperturas posteriores de las fosas
nasales) a reducir su diámetro, lo que hace que los bebés con frenillo lingual corto respiren más por la boca que por la nariz, duerman con la boca abierta y ronquen durante el sueño.
Los problemas respiratorios se deben a la entrada de aire en los pulmones directamente por la boca. El aire que entra por la cavidad oral no está filtrado por las fosas nasales, lo que facilita la entrada de partículas dañinas en el organismo. Además, es aire más frio, lo que predispone a estos niños a sufrir bronquitis y neumonías.
Asimismo, hay estudios que relacionan la Anquiloglosia con una mayor incidencia de las apneas del sueño.
Paladar alto y estrecho / Anatomía física respirador oral
La dislalia es un trastorno en la articulación de los fonemas. Se caracteriza por la ausencia, la alteración o la substitución de algunos sonidos concretos o por la sustitución de éstos por otros que no corresponden. Puede afectar a cualquier consonante y vocal y se puede producir en uno o varios fonemas.
Los niños que presentan Anquiloglosia normalmente presentan problemas de habla;
son niños que ven limitada su capacidad para hablar con los demás. El movimiento de la lengua en el interior de la cavidad bucal es muy reducido, la punta de la lengua no alcanza el paladar y por lo tanto, la pronunciación de ciertos sonidos como r/, /rr/, /l/, /t/, /d/, /n/, /s/
y /z/ se pueden ver comprometidos.
El tratamiento más adecuado de la Anquiloglosia o frenillo lingual corto consiste en:
1. Tratamiento logopédico. Consiste en intentar alargar el frenillo lingual mediante ejercicios convencionales. A veces solamente con tratamiento logopedico es suficiente, pero normalmente es necesaria la intervención
quirúrgica.
2. Intervención quirúrgica. La frenectomía es el procedimiento quirúrgico que se utiliza en estos casos. La técnica más común es la Z – plastia. Un odontólogo especializado en cirugía puede llevar a cabo esta intervención.
3. Rehabilitación logopedica post quirúrgica. Tras una frenectomía, se debe acudir al logopeda. Es imprescindible realizar una serie de ejercicios post cirugía para prevenir que el frenillo se acorte de nuevo. Esta rehabilitación es tan importante como la intervención quirúrgica. Si no se cumple, es probable que se tenga que volver a intervenir.