El Neurofeedback es una herramienta poderosa para ayudar a los individuos a autoregular su cerebro. A groso modo funciona así; se aplican electrodos al cuero cabelludo para “escuchar” la actividad de las ondas cerebrales. La señal es procesada por el ordenador y la persona puede observarla a través de una pantalla de televisión como si se tratase de un videojuego del que no disponemos de mandos, todo es controlado a través del cerebro.
La persona que ve el videojuego trata inconscientemente de recibir recompensas cambiando y adaptando sus ondas cerebrales a las que el ordenador le sugiere, a la vez que va avanzando en su juego. La recompensa se elige antes de comenzar, dependiendo de los gustos de cada uno y puede ser desde que el nave espacial vuele más rápido o que la pantalla se convierta más brillante y te permita seguir viendo una película. También existen otras recompensas no visuales para bebés y personas con discapacidad.
Como sucede en cualquier entreno la persona mejora con la práctica repetitiva, también sucede cuando tratamos de cambiar las ondas cerebrales de manera inconsciente, haciendo al Neurofeedback un proceso de aprendizaje.
Este aprendizaje conlleva que el cerebro se auto-regule mejor y permita que el sistema nervioso central funcione de una forma más optima.
Durante el entrenamiento del Neurofeedback la pantalla sirve como un espejo para el cerebro. Igual como un espejo sirve para una bailarina (que utiliza el espejo para ver si su movimiento es el correcto), la pantalla sirve para que el cerebro se reconozca en la pantalla y se trate de auto-corregir. Al tratarse de una autocorrección dentro de un proceso de aprendizaje del propio sujeto, el cerebro no lo olvida esta “lección”. Existen varias investigaciones que confirman que el efecto de Neurofeedback perdura en el tiempo.
Las ondas cerebrales de las que hemos hablado anteriormente se “escuchan” en áreas específicas del cerebro, determinando su frecuencia, y se modifican específicamente para cada individuo centrándonos los objetivos que estamos intentando alcanzar.
El Neurofeedback puede beneficiar a un amplio rango de dificultades como, bebes con problemas con dormir o irritabilidad, niños con diferentes trastornos como dislexia, TDAH, TEL, Disfemia, fobias y miedos. En adultos se puede utilizar tras un Ictus, problemas emocionales y ansiedades, epilepsia y Parkinson. Se ha demostrado que personas que inician los primeros síntomas de demencias se mantienen por mucho más tiempo en este estado inicial. Aunque no podamos hablar de cura, ya que hay enfermedades que no se curan, pero aún así dentro de las condiciones propias de cada personas, y así logren funcionar mejor.
La mayor parte de la invesigación con Neurofeedback se ha centrado en niños con TDAH y se ha comprobado que tras un periodo de entrenamiento cerebral causa el mismo efecto que la meditación en niños con TDAH, concluyendo que cuando el autocontrol mejora, mejora también el comportamiento.
Con un entrenamiento exitoso con Neurofeedback, es posible que no sena necesarios los medicamentos destinados a la función del cerebro (como el metilfenidato), o que se puedan reducir las dosis, asumiendo el cerebro más la función de auto-regulación. Esta disminución de los medicamentos es especialmente llamativa cuando los medicamentos juegan un papel de apoyo, como suele ser el caso en los trastornos más graves.